Vrksasana es una de las posturas más icónicas del yoga. Simboliza equilibrio, estabilidad y concentración. La postura requiere una alineación entre la mente y el cuerpo, al igual que un árbol firme, profundamente arraigado en la tierra pero flexible hacia el cielo. En su versión clásica, se realiza apoyando un pie en el muslo opuesto, mientras las manos se juntan sobre la cabeza en posición de oración. En este video os propongo una variación de la postura.
Aunque parece simple, Vrksasana nos invita a entrar en un estado meditativo mientras fortalecemos las piernas, mejoramos el equilibrio y desarrollamos una conexión con la respiración.
Consejos para Mantener el Equilibrio en Vrksasana
Fija la mirada (Drishti): Escoge un punto fijo frente a ti y mantén la mirada suave en ese lugar. Esto te ayudará a estabilizar el cuerpo.
Respira profundo: La respiración es clave en todas las posturas de equilibrio. Mantén una respiración constante y profunda.
Activa el core: Compromete los músculos abdominales para mantener el equilibrio y proteger la zona lumbar.
Relaja los hombros: A menudo, al buscar el equilibrio, tensamos innecesariamente los hombros. Mantén el cuello y los hombros relajados mientras elevas los brazos.
Beneficios de Vrksasana
Independientemente de la variación que elijas, la postura del árbol ofrece numerosos beneficios:
Mejora el equilibrio y la estabilidad. Esta postura entrena los músculos estabilizadores, tanto de las piernas como del core.
Fortalece piernas y glúteos. Al mantener la pierna de apoyo firme, desarrollas fuerza en los músculos de la parte baja del cuerpo.
Promueve la concentración y la calma. Como la postura requiere un enfoque mental para mantener el equilibrio, se convierte en una meditación activa.
Desarrolla flexibilidad en las caderas. La apertura de la cadera en la pierna elevada ayuda a mejorar la movilidad de esta zona.
La postura del árbol es una excelente manera de conectar mente y cuerpo mientras cultivas equilibrio físico y mental. Cada variación que te he mostrado en el video tiene su propio propósito y nivel de desafío, permitiéndote adaptar la práctica según lo que tu cuerpo necesita en el momento.
Recuerda, no importa si te tambaleas o si no puedes elevar la pierna tanto como quisieras. Lo más importante es la práctica consciente, la paciencia y el disfrute del proceso.
Namaste 🙏
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